Esta fecha representa un paso histórico hacia la igualdad y el reconocimiento del rol que desempeñan las mujeres en el Servicio Penitenciario Provincial. En una institución tradicionalmente masculina, las agentes penitenciarias han demostrado compromiso, vocación de servicio y capacidad de liderazgo en contextos complejos.
Conmemorar este día no solo significa visibilizar su labor, sino también honrar a quienes abrieron el camino, permitiendo que hoy más mujeres accedan a cargos jerárquicos dentro del sistema penitenciario.
Este avance no es solo simbólico, sino profundamente histórico: se reconoce el lugar que las mujeres han conquistado con esfuerzo, convicción y compromiso. La mujer penitenciaria no es solo parte de la historia, sino también parte fundamental de la identidad institucional.
Detrás de cada uniforme hay una historia de sacrificio y entrega inquebrantable. Su labor, muchas veces silenciosa, construye puentes de humanidad en un contexto difícil. Cada uniforme femenino honra el servicio con entereza, compasión y coraje.
Este reconocimiento es justicia, es igualdad y también gratitud hacia quienes abrieron camino. Que cada 2 de diciembre sea un recordatorio del poder transformador de la mujer dentro de la institución.
Hoy se celebra un hito que enaltece al Servicio Penitenciario Provincial y a toda la sociedad.
